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En estos momentos en los que hay un solo tema que acapara toda nuestra atención, tengo la sensación de que hablar de cualquier otra cosa está hasta mal visto. Es cierto que es “EL TEMA” que ahora nos absorbe, el COVID-19 y sus consecuencias son una realidad. No podemos mirar para otro lado, pero antes o después, y espero de corazón que sea más antes que después, pasará y tendremos que reacondicionar nuestras vidas, nuestras mentes, nuestras relaciones personales y profesionales, … y es a este último punto donde quiero ir llegando.

Son muchas las emociones que en los últimos días estamos viviendo, por lo que es difícil optar por una sola, pero es cierto que una de ellas se repite con todos aquellos con los que hablo, ya sea en el plano personal o profesional: incertidumbre, inseguridad, … que en definitiva no deja de ser un tipo de miedo que surge porque estamos identificando una amenaza. Pero dicho esto, donde hay una amenaza también puede haber una oportunidad, o yo prefiero verlo así…

De nada sirve poner el foco en lo que no se ha hecho, porque hecho está y es pasado. Y es verdad que lo que vivimos hoy nos está absorbiendo, pero ¿es realmente el hoy lo que nos preocupa o es el mañana?, es decir, ¿el futuro?

Es en ese futuro que imaginamos, desde donde se nos genera la incertidumbre y, por tanto, la inseguridad. Casi toda nuestra atención está en lo que va a pasar, y sobre todo en lo que NOS va a pasar, y lógicamente cada uno con sus propias preocupaciones. Ahora bien, y sin quitarle importancia ni menospreciar esas sensaciones y emociones, ¿por qué no darle un giro en positivo? o si preferís para los más pragmáticos, ¿por qué no darle un giro constructivo a lo que hoy estamos viviendo y convertirlo en Oportunidad?

Yo no soy ajena a esa incertidumbre, no tengo una bolita de cristal y tampoco sé a ciencia cierta lo que va a ocurrir, pero he tomado una decisión que comparto: he decidido poner el foco en el HOY, en lo que cada día puedo hacer para prepararme para lo que puede venir. Y esa es la invitación que os hago, también llevándolo al plano laboral. Sí, lo sé, al final la cabra tira al monte… 😉

No nos engañemos, la realidad que vivimos va a provocar que se produzcan ajustes en las compañías y se tomen decisiones duras y difíciles dentro de las empresas, ya sea de manera temporal o más definitiva.  Eso hace que se nos acrecienten los miedos, pero como decía más arriba el temporal pasará y las aguas irán volviendo a su cauce, por lo que trabajemos desde hoy para prepararnos para ese futuro, y en lugar de verlo como amenaza veámoslo como OPORTUNIDAD.

¿Por qué no trabajar para que nuestra empleabilidad no se vea afectada, si no reforzada?

Por mi profesión y vocación, trabajo constantemente con personas que se encuentran en situación de desempleo, con sus propias inseguridades e incertidumbres, y nuestro foco siempre está en que su empleabilidad aumente trabajando aquellos aspectos que necesitan desarrollar. Hacerlo les da seguridad y mejora sus oportunidades en el mercado, disminuyendo su incertidumbre sobre cómo afrontar esa etapa de cambio. Así que, si lo pensamos bien, ahora todos tenemos una gran OPORTUNIDAD de querernos y regalarnos tiempo para invertirlo en nuestro futuro. ¿Te apuntas?

Te invito a que te regales tiempo que te permita tener:

• una oportunidad de reflexión sobre dónde estoy y dónde quiero estar
• una oportunidad para revisar ese CV obsoleto de hace “tantos años”
• una oportunidad para trabajar mi perfil de Linkedin que tengo abandonado, es más “¿Cuál era la contraseña?”
• una oportunidad para hablar con esos contactos a los que no sabía cómo dirigirme. Qué mejor pregunta ahora que un sencillo, “¿Cómo estás?”
• una oportunidad para hacer esa formación que sé que me puede venir bien para mi desarrollo profesional, “on line eso sí”
• una oportunidad para reflexionar en lo que he conseguido en mi carrera
• una oportunidad para definirme un plan de acción que me acerque a lo que quiero, cada pasito que des te acercará un poco más a tu objetivo
• una oportunidad para…. sigue rellenando tú los puntos suspensivos…

En definitiva, tenemos ahora una oportunidad para no quedarnos de brazos cruzados a la espera de lo que pueda pasar. Mejorando tu empleabilidad ahora, tendrás más oportunidades en el futuro.

Y hoy no voy a extenderme más, pero esa oportunidad de regalarnos tiempo la podemos aplicar en otros planos de la vida, aunque quizás eso forme parte de otro post porque, ¿sabéis una cosa? voy a regalarme ese tiempo para hacerlo, por lo que…

… tú decides, ¿amenaza u oportunidad?